Tras 2 años de Evolución: Empeoramiento del Acúfeno

Vivimos en una cierta armonía mi acúfeno y yo, durante 2 años parecía que la convivencia había llegado a un punto de normalidad. Estaba allí, pero me dejaba concentrarme en las cosas normales de la vida y si no había mucho estrés, íbamos bien.

Hasta que de repente, sin previo aviso en 2016 todo comenzó a cambiar. Todo empeoró durante ese año. 

Hay días en los que todavía le doy vueltas, pensando qué pudo pasar para que sucediese o cuál fue el detonante para que derivase así. Siempre pienso que si hubiese averiguado la causa, quizás podría haberlo frenado. Esa idea ronda en mi cabeza incesantemente.

A principios de año noté que mi acúfeno había subido de tonalidad, se volvió más insoportable. ¡Qué digo! Se había vuelto tan alto que no era capaz de centrarme y notaba que la audición había descendido muchísimo en ese oído. Estábamos nuevamente en guerra pero desconocía la causa.

La verdad que en estas fechas no sabía prácticamente nada de acúfenos, sólo que tenía acúfeno unilateral y poco más. Los otorrinos que visité no tenían especial admiración por ellos, básicamente para ellos era un cero a la izquierda y sólo se centraban en la hipoacusia. A veces,  me pregunto si el acúfeno ha sido capaz de limitar mi audición.

Fui a mi médico de cabecera, que me derivó al otorrino y en abril me citaron. Recuerdo que llegué bastante preocupada, por las pruebas que me harían , etc y ¿ cuál fue mi sorpresa? Simplemente me hicieron una revisión para ver cómo se encontraba la audición con la siguiente valoración:

" Refiere acúfeno; Audiometría OD normal , en OI hipoacusia neurosensorial de 70-80 dB pantonal; Se aconseja adaptación de prótesis auditiva ;Control por médico de cabecera"

¡Sí señor! Y como despedida me dieron una tarjetita con el centro auditivo que tienes que ir y no se te olvide dar mi nombre. ¡Me caí de espaldas, con la boca abierta!

¿Cómo que un audífono? ¿Cómo que en un segundo tenía una valoración? ¿Esto qué es? En fin, tampoco hice ninguna pregunta. Todo me venía un poco grande. Y me marché de la consulta.

Las audiometrías que me hicieron fueron las siguientes:


Si veis en esta audiometría, el oído derecho e izquierdo estaban correctamente. ¿A qué es debido? A que esta audiometría no tiene en cuenta el acúfeno y lo que realmente pasaba es que los sonidos emitidos al oído izquierdo el derecho conseguía captarlos. Si veis son casi una réplica perfecta.


En esta segunda audiometría, cuando enmascaran el acúfeno ( es decir, te ponen un sonido similar a tu acúfeno en el oído derecho) se ve claramente la pérdida de audición de mi oído izquierdo.

Dejé pasar el tiempo y me acostumbré a no utilizar el oído izquierdo. ¿Cómo? No fue fácil.

Antes cogía las llamadas telefónicas por el oído izquierdo, pues ahora era por el lado derecho. Me costó trabajo porque la inercia siempre hacía que cogiese el teléfono por el izquierdo, pero al no escuchar cambiaba de lado. 

Me acostumbré a dormir con el oído izquierdo en la almohada. Conciliar el sueño era muy complicado, pero al final cuando estaba agotada mi cuerpo se rendía automáticamente y podía dormir plácidamente. Eso sí, se redujeron drásticamente las horas de sueño, con 5 horas me bastaba y la siesta era un lujo que ya no estaba a mi alcance.

Ver la televisión, sin que le molestara el volumen al resto de la familia fue lo más complicado. Los cascos no me gustaban ya que te aislaba del exterior y no podía disfrutar de los comentarios que se hacen mientras se ve una película. Al final, hayamos la solución: utilizábamos un altavoz que teníamos circular, que emitía el sonido en 360º y al ponerlo en mi lado derecho, yo lo escuchaba perfectamente y el resto de la familia también.

Así fue mi comienzo de adaptación a esta enfermedad.

No fue hasta 1 año después que me decidí por el audífono... que ya os contaré en otro momento.




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