¿Cómo comenzó mi acúfeno?

El acúfeno o tinnitus, en nuestra sociedad hoy en día es todavía bastante desconocido. No existe mucha información al respecto y uno de los problemas es saber que lo padeces. Cuanto antes se acuda para ser tratado, mayor son las probabilidades de que se resuelva. El tiempo corre en contra. 

Una de las preguntas que siempre me ha rondado en la cabeza es cómo comenzó mi acúfeno o tinnitus. Necesitaba saber el momento exacto. Era un dato imprescindible para poder combatirlo y al fin y al cabo, adquirir mayor conocimiento de lo que tenía en mi cabeza.

Yo, en mi caso, sí sabía el desencadenante del acúfeno aunque no hubiese sido consciente en ese momento.

Todo comenzó un 26 de agosto de 2013, ¡increíble que me acuerde del día exacto del inicio de esta pesadilla!. Esa mañana sentí un dolor en el oído izquierdo, repentino y momentáneo. No era algo normal, fue breve pero muy intenso, como si se partiese algo por dentro. 

En ese momento, se lo comenté a los médicos pero al estar embarazada, decidimos preocuparnos por el embarazo y abordar este problema posteriormente. En un principio todo parecía normal, el dolor había desaparecido, la audición era correcta y yo no era consciente de que el acúfeno se había alojado en mí y mucho menos que venía para quedarse.

Pasaron los días y notaba un pitido en mi cabeza, pero no creía que fuese 24 horas al día. Pensaba que en algunos momentos del día aparecía sin más y en otros no existía. Durante las noches tampoco era consciente de nada ya que acaba de dar a luz, por lo que las noches las pasaba en vela. 

Debo reconocer que siempre he sido una persona muy despistada, siempre utilizo la siguiente frase: "me despisto hasta de mi acúfeno". Para ser sinceros, tampoco sabía que era un acúfeno o tinnitus.

A principios de 2014 al incorporarme al trabajo, me realizaron un reconocimiento médico y tras los resultados, es cuando comienzo a adquirir una mínima conciencia del problema. Me comentaron que había perdido audición ( hipoacusia leve) en el oído izquierdo. No afectaba a la zona del habla, por lo que no debía de preocuparme. No obstante, me aconsejaban que fuese a mi médico de cabecera para que me derivase a un otorrino y me hiciese una nueva exploración y seguimiento. En ese momento comencé a preocuparme ya que estábamos hablando del mismo oído en el que había sentido dolor un año atrás. 

Llegados a este punto, sí que pensé que algo estaba fallando en mi oído izquierdo: un pitído intermitente ( eso pensaba en ese momento) y pérdida de audición. Dos dolencias que me iba a condicionar todo el futuro aunque yo no lo sabría hasta años más tarde.


Comentarios

  1. Gracias por compartir tu historia Cabezota Indomable! ¿Y qué pasó después?

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    1. Gracias por comentar! Sigo escribiendo la historia, es larga desde el 2013 hasta ahora! Prometo ponerme al día rápidamente!

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  2. Animo Sandra, siempre adelante, mucha constancia y paciencia.

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