Mis primeras visitas al audiólog@

Estuve cerca de 1 año buscando el audífono adecuado, no es algo a decir en 5 minutos. Hay tanta variedad y su coste es tan elevado que debemos elegir con cuidado. 

Debo remarcar que al principio buscaba el aparato en sí, no sabía cuál era el proceso. Pensaba que era llegar elegir y ya estaba todo hecho... pero no es así. Cuando estás dentro del proceso te das cuenta que lo más importante es el profesional que va a estar acompañándote en este viaje ( el cual no acabará nunca, ya que puede ser que cambie tu audición, revisiones de mantenimiento del audífono, etc). Al final, un@ audiólog@ tiene que ser cercano y va a estar contigo durante mucho tiempo. Si no tienes confianza en dicha persona es mejor buscar a otr@. 

En mi caso opté por irme a un centro audiológico en Algeciras, ya que mis padres residen en La Línea y así podía aprovechar para realizarles visitas más frecuentes. No sabía cuál iba a ser el proceso, pero Raquel lo hizo bastante ameno. Ella fue la primera persona que se preocupó tanto de mi audición como de mis acúfenos.

Lo primero que te realizan en un centro de audición es una audiometría para ver exactamente la pérdida de audición que reflejas y así corroborar las audiometrías realizadas anteriormente, si posees. De este modo, pueden indicarte cuál sería el audífono más apropiado, la programación del mismo y el coste. Lo normal es que te dejen realizar una prueba de 30 días gratuita para ver si te adaptas al audífono.

Es importante remarcar que debes de tener mucha paciencia, la adaptación es complicada ya que hay sonidos que se dejaron de percibir y al cerebro le cuesta habituarse de nuevo a este mundo tan ruidoso. La primera vez que me lo activaron, tenía que estar dando una vuelta durante 1 hora (como las lentillas 😅) y recuerdo que fui a una tienda, no soportaba los ruidos: la gente moviendo las perchas, el teclear de la máquina registradora, el abrir la bolsa de plástico, etc. Son ruidos que yo ya no percibía y siendo sinceros pensé que esos ruidos ya no me hacían falta.

Para poder elegir el audífono me realizó varias pruebas:

1. Repitió las audiometrías para ver si existía un empeoramiento ya que las que llevaba eran algo antiguas. 

2. Me hizo una logometría ( capacidad de una persona para escuchar y entender el lenguaje). 

3. Para la evaluación del acúfeno me realizó varios test:

 -Test de evaluación del acúfeno THI.

 -Cuestionario TRQ (Tinnitus Reaction Questionnaire) adaptado por Gálvez et al.,(2006)

 -Cuestionario TQ El Tinnitus Questionnaire) Hallam, Jakes y HInchcliffe en 1988

4. Test de Evaluación de la Hiperacusia ( evaluación de sensibilidad hacia ruidos fuertes).

5.Acufenometría (se realiza un análisis subjetivo del acúfeno: timbre, intensidad, nivel mínimo de enmascaramiento y la inhibición residual)

6. Impedanciometría (se utiliza para analizar la función del oído medio midiendo la elasticidad o libertad de movimiento de la cadena osicular)

¿Cuáles fueron los resultados de las pruebas y las conclusiones que se dictaminaron?

- Hipoacusia Neurosensorial Bilateral, moderada en oído derecho y severa en oído izquierdo.

- Acúfenos, con un grado V, escala subjetiva insoportable 90%, incapacidad grave, le genera problemas fuertes durante todo el día impidiéndole realizar una vida normal.

- Hiperacusia, gran sensibilidad a sonidos de mayor intensidad.

A destacar la progresiva y rápida pérdida auditiva en el oído izquierdo, en el oído derecho se prevee que continúe la misma evolución.

Me cuesta trabajo leer esta última frase. Recuerdo la primera vez que la leí, me impactó tanto el poder perder la audición del derecho, no podía ni creérmelo y así comenzó mi lucha por intentar frenar lo que se avecinaba.

Después de todas las pruebas, programaciones, etc terminamos así:






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