El día que me dieron mi primer diagnóstico: Acúfeno Unilateral

Como ya sabéis, tardé bastante en darme cuenta de que tenía un problema. No me percaté que lo que yo padecía no era normal. No sé lo que pensaba en esos momentos, pero creía que era algo dentro de la normalidad que vivimos en el día a día.

Pero al pasar el tiempo me di cuenta, que no de desaparecía. Ese ruido continuo en el lado izquierdo de la cabeza no era normal  y por supuesto, estaba ahí 24 horas al día durante todos los días del año. No se marchaba como yo pensaba. Así que decidí ir al otorrino para ver qué pasaba.

En enero 2014 comenzaron mis andaduras médicas ( que a día de hoy no han terminado). Recuerdo todavía mi primera cita médica, quizás sea un recuerdo nostálgico o mi cabeza no para de revivirla por si algo se hubiese escapado de ella que fuese clave para la curación. 

Lo que tengo claro de mi primera cita, es que no sabía bien qué esperar o qué me iban a decir. Si estaba acudiendo por una tontería o simplemente, me darían un tratamiento y todo volvería a la normalidad. ¡Qué ilusa era!

Cuando llegué a la consulta, comenté que tenía un zumbido en el oído izquierdo como si la televisión estuviese desintonizada y que había perdido algo de audición en él (según me comentaron en el reconocimiento médico). Me exploraron ambos oídos y físicamente ( o lo que se podía ver a simple vista) todo estaba correcto. Me mandaron una resonancia craneal y unas pastillas (Audiovit) durante 1 mes para ver si desaparecía el zumbido. En ese momento, me explicaron vagamente que era un acúfeno o tinnitus y que existía la posibilidad que hubiese venido para quedarse.

No entendía muy bien lo que estaba pasando. En mi cabeza no podía asimilar la idea de que se podía padecer algo que no tuviese cura sin un remedio efectivo. Pero lo que siempre me choca, es que importe ¡tan poco!. Me gustaría gritar al mundo diciendo ¡estamos aquí! ¡un ruido me está acosando día y noche! ¿nadie puede ayudar?.

Cuando me dieron los resultados, volví a consulta y mientras estaba esperando, recuerdo que salió una chica de la consulta llorando ( esa imagen la tengo grabada a fuego en mi cabeza). En ese momento, pensé: ¡qué exagerada!. ¿Qué puede comentarte un otorrino para salir llorando de la consulta? Por otro lado, me entró un escalofrío.

Fue mi turno. Recuerdo la frase que me dijeron : "Tenemos una buena y mala noticia. ¿Cuál quieres escuchar primero?". En ese momento, me acojoné. Se me cambió la cara. Recuerdo que pensé: ¿Cómo que una buena y mala noticia? ¿De qué estamos hablando?

Tragué saliva (sin dejar de pensar en esa chica que había salido llorando de la consulta). Y le dije, la buena por favor. ¿Cuál era la buena noticia? Que no tenía un tumor cerebral.

En ese momento, todo se desmoronó. ¿Cómo que no tengo un tumor cerebral? ¿Qué estaban buscando? Si yo sólo tengo un zumbido y una leve pérdida de audición. ¿De qué estamos hablando? Y si esta es la buena noticia, ¿ cuál es la mala? Al preguntar por ella, me comentaron que el acúfeno que tenía en el oído izquierdo sería para toda la vida, que si las pastillas que me había tomado no hacían nada. No había solución, simplemente convivir con ello y acostumbrarme. 

Recuerdo que me rondaron miles de preguntas por la cabeza:

¿Qué tengo que estar con este pitido en mi cabeza?

¿Qué va estar toda la vida?

¿Dónde está el silencio? ¿Se ha ido para no volver?

¡Socorro! 

Me despedí de la consulta con mala cara. Estaba enfadada y molesta.

Pasaron los días, y la importancia que había adquirido se fue desvaneciendo, no tenía tiempo para pararme en pensar en él. En ese momento, mis hijos mellizos de un año no daban tregua. Los días se pasaban muy rápido entre el trabajo, la casa, la familia, los llantos de ellos, las noches sin dormir...en fin todo se estabilizó , aprendí que se llamaba acúfeno o tinnitus y que cuando le comentaba a alguien que tenía el pitido se agobiaba y dejé incluso de hablar de él.

Recuerdo que ni investigué nada sobre el asunto. Me dijeron que me tenía que acostumbrar, me lo creí y seguí hacia delante.

Pero mi querido amigo, no quería eso. No se iba a quedar quieto, no me iba a dar mucha tregua, porque quería ser el centro de atención de mi vida. Había comenzado una guerra, que en ese momento desconocía que existiese, pero que sin pretenderlo había ganado la primera batalla.

Comentarios

  1. ¿Y cómo lo pudiste llevar tan bien? ¿Cuál es tu secreto? Eso de alejarte de los que se agobiaban está muy bien.

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    1. No termina la historia en ese punto , es el principio de todo. En ese momento, estaba más preocupada por mi familia que otra cosa. Gracias por leer!

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  2. Increíble relato y solo es el principio. No me puedo imaginar lo que es aguantar un pitido a todas horas.

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    1. Hola yo también estoy en tú situación, empecé en agosto con acufenos ( pitos y zumbidos) , estos acufenos cada vez han ido a peor desde enero , la noche es el peor momento . He tenido que acostumbrarme a reconocer los tonos de voz de mi familia , mi coche etc . Hubo momentos que tuve que aislarme porque me molestaba la conversación de mi familia y otros días me distorsionaba cualquier sonido , en fin como tú dices he tenido que acostumbrarme a esta situación.... Hay días que se suaviza pero en definitiva los zumbidos , pitos , ruidos como de abejas etc están ahí día y noche sin descanso. Y yo creía que eso era lo peor ,a finales de enero tuve un vértigo y a la semana otro y más tarde otro .... y voy por el cuarto . Eso es lo peor ahora ,los dichosos vértigos, sí el primer vértigo fue horrible el cuarto creía que me moría , no podía ni abrir los ojos me daba vueltas todo, tirado en el suelo ...sin parar de vomitar ...en fin . Ahora estoy con los acufenos y con vértigo e intentando controlar que sí los zumbidos aumentan es señal que puede venir una crisis de vértigo. Yo ya acepté está situación hace un mes y medio y solo rezo porque no me dé más vértigos.
      Eso sí ahora retomé los paseos con mi familia por el campo ,playa , hacer bici, actividad física en general.
      Esperemos que el síndrome de meniere me de tregua y no empeore más.

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    2. Me alegro que estés mejor. Los vértigos es una de las peores cosas que se pueden sufrir. Muchas gracias por leer. Espero que el tratamiento te haga controlar los vértigos y puedas seguir con esas maravillosas actividades!

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  3. El primer capítulo me ha dejado un nudo en el estómago. Voy por el segundo pero sospecho que el nudo va a crecer

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